domingo, 4 de abril de 2010

¿Pasó ya el Monzón?


Parece que llega una tregua en el final de la Semana Santa con menos pescadores en los ríos por las lluvias y tormentas. Ha caído a base de bien y los ríos bajan mares pero parece que durante unos días dará un respiro. Los pescadores de reo y salmón están ya afilando los arpones como los indios canadienses, que pescaban por turnos con los osos. Hablando de ellos, siguen los indicios, ya desde hace meses, de una osa con su cría por la Serra do Courel. Daría yo algo por ver un oso pardo en libertad. Vi unos araos hace muchos años en el Islote Magánimo, de As Sisargas, y el Prestige acabó con ellos años después. A veces ves especies en la naturaleza gallega que, simplemente, desaparecen en el país. Por eso voy con prismáticos a todas partes. Se non vexo unha troita nin con eles, polo menos...

Nos quejamos de lluvia, pero con una primavera tan... primavera (si acaso el frío), el mes de mayo puede ser muy bueno, al menos en condiciones de pesca. Luego que se vea un rabo o se toque escama, ya es otra cosa. No hay noticias especialmente buenas en los ríos salmoneros, de entradas de peces, básicamente porque no se pueden ver ni con batiscafo. Esta semana, sobre todo a finales, el run-run de los pescadores, guardas, gancheros empezará a traer datos sobre la apertura de salmónidos mayores el uno de mayo.

En la zona de A Coruña nuestro Mandeo sigue muy flojito. Amén de los cinco salmones de cupo ¿cuántos habrán caído por fuera? ¿Cuántos habrán quedado en la ría? Los datos que maneja la administración sobre este río son ciertamente preocupantes. Los indicadores de población dan miedo, no ya por lo poco que haya, sino por el futuro. El Mandeo necesita soluciones. Es un lujo tener un río salmonero en A Coruña y, debe ser porque lo tenemos cerca, pasar de él como pasamos en la provincia. Unos reítos en Chelo, una vuelta en mayo. Los pescadores de la zona deberíamos apoyar más a Brandón y a su Sociedad Río Mandeo porque tienen un trabajo complicado por delante: que escuche la administración, el ribereño, la guardería, el pescador habitual, el ocasional... Una coña marinera, vamos.

En fin. Divagación hecha en domingo pascual. No sé si pasó el Monzón pero hay que aprovechar. Este cristiano se va de verde, como la Guardia Civil, aunque, eso sí, vestido de negro.