Nadie tiene dudas a estas alturas de que Florentino Uriarte es el verdadero catalizador del proceso electoral la FGP. Su presencia es mucho más notoria y concluyente que la de su propio protegido, Gerardo Orol.
El pasado domingo tuvo lugar un suceso en el colegio de Lugo, en el que tenían lugar las votaciones para miembros de la Asamblea por deportistas, que no puede dejar indiferentes y que debe ser clarificado de inmediato y con todo el peso de la ley.
Todo parece indicar que son obvios los intentos de tapar lo ocurrido y el periodismo vertical federativo no hace ni una sola mención a lo sucedido: a una hora del horario de cierre oficial, los miembros de la mesa cerraron el colegio y abrieron la urna cuando aún faltaban deportistas por votar. Este hecho es gravísimo y no tiene precedente en democracia. Las justificaciones de los miembros de la mesa son absolutamente inaceptables. Todo un pucherazo. Pero además, uno de los que realizó el recuento es candidato (Lisardo).
Al día siguiente se presentaron dos recursos. Uno el del propio Oscar Gayoso y el de un deportista que no pudo ejercer su derecho a voto.
Otra más, cuando Gayoso presentó el resurso al Secretario de la Junta Electoral, X. A. Guerra, éste se negó aceptar el mismo y le indicó que lo entregara en la Federación.
Hoy miércoles, Florentino Uriarte llamó a Roberto Martínez, Presidente de Val de lemos, para que mañana se presente en la sede de la federación en Lugo el deportista (E. M.) que realizó su alegación pues cuando quiso ejercer su derecho al voto se encontró con el colegio electoral cerrado.
Si Florentino no es miembro de la Junta Electoral ¿cómo tiene constancia de la alegación y en calidad de qué o de quien llama al club del deportista para requerir su presencia?
Hoy, X. A. Guerra en su blog dice “Asumo por lo tanto como presidente de la mesa la responsabilidad, si la hubiere, que me corresponda, no dejo que se inculpe de ello a quien no tiene responsabilidad alguna”.
Está claro que la responsabilidad de cerrar el colegio y abrir la urna es de los miembros de la mesa constituida sin ajustarse al reglamento y, por tato, hay responsabilidad.
El proceso debe ser limpio y transparente y no lo está siendo. Se ve la mano de Florentino por todas partes. Hasta en las filtraciones y en los mensajes anónimos.
M. Piñeiro/A. Torres