La intención de Oscar Gayoso de presentarse a la Presidencia de la FGP había levantado más de una suspicacia. En los últimos días, los francotiradores habían irrumpido en el ruedo electoral internauta con acusaciones más propias del Chicago de los años veinte que de un estado de derecho. Los inquisidores de la red argumentaron y dieron por probados los apoyos del Grupo MiguelPesca a Gayoso como un flaco favor al candidato de Monterroso, pero esos mismos escribanos -teledirigidos y comprados- no tuvieron ni un solo párrafo para reparar en los evidentes y contrastados apoyos que el aparato federativo presta a Gerardo Orol.
Florentino y Rodil se han tomado este proceso electoral como su herencia personal y están tutelando todos y cada unos de los pasos que da Orol, al que dejan en evidencia como candidato sin personalidad en manos de los que pretenden gobernar en la sombra sin estar expuestos a la crítica que tanto “arrepío” les produce.
Me distancia de Gerardo un comentario, creo que desafortunado, que realizó sobre nuestras críticas a la actual directiva de la FGP y creo que se equivocó porque las acusaciones parecían escritas desde el propio estamento federativo e ideadas por sus amigos que tanto lo quieren y tanto lo promocionan. Le di la importancia que merecía: ni le contesté.
Que un presidente de una sociedad llame directamente a la revuelta colectiva deja mucho que desear y que haya tenido un nulo, repito nulo, eco en las restantes sociedades a las que intentó movilizar pone de manifiesto la gravísima equivocación del ahora aspirante.
A nivel deportivo y personal mereces todo mi respecto, y lo tienes, pero debes entender que lo que te dije hace tres días en persona lo mantenga y lo haga saber a la opinión pública: eres un candidato teledirigido y en argot popular “una marioneta”.
Sé que lo que te digo levantará los ánimos de tus seguidores y de tu candidatura, algunos amigos míos, pero, lamentablemente para el mundo de la pesca, no es de recibo la endogamia de las sociedades y de los pensamientos personales.
Era hora de caminar juntos y tú, u otros por ti, han decidido caminar separados.
Hace unos días Oscar Gayoso re reunió con Gerardo Orol para proponerle la unificación de las dos candidaturas a la FGP. A partir de ahí, todo se sometía a negociación y acuerdo. Gayoso no pondría pegas. Dos días después, el presidente de Capote llamó a Gayoso para declinar la invitación y en consecuencia irán a las urnas por separado. No hay acuerdo. Gayoso propuso unificar y Orol -ya sabremos el porqué- no aceptó la invitación. Se verán en las urnas.
Era una oportunidad única para dar carpetazo a las chapuzas y a las cafradas de Romarís, Florentino y Rodil. Uno de ellos no ha querido. Orol ha dejado escapar la ocasión de proclamar que la pesca está por encima de criterios personales y de tutelajes sospechosos.
Salimos perdiendo todos. Los que nos ajustamos a criterios de unidad, de cohesión y de trabajo en equipo, vamos a asistir al despellejamiento de dos candidaturas que debieron mostrar madurez e independencia. Gayoso hizo lo que pudo.
Gana el sistema democrático pero pierde la pesca y, creo, perdemos todos los pescadores.
Miguel Piñeiro