Se van aclarando las cosas. Orol y Gayoso van por separado y confirman sus candidaturas. Pero debe ser lo único claro que tenemos los pescadores. No se conocen los programas, aunque hay que decir que mientras Orol es elegible directo, Gayoso aún tiene que pasar la criba de la elección de deportistas corriendo el riesgo de no poder presentarse si fracasa.
Se avecinan unas elecciones muy interesantes y creo, incluso, que entretenidas.
Pero, como pescador que desea una federación fuerte que aglutine al sector, las sociedades están dando la imagen que venimos presumiendo desde hace tiempo: el pasotismo se ha instalado en la pesca continental gallega.
No preocupa que los deportistas que hayan participado en los sociales queden excluidos del censo.
Nadie ha reparado en que se vulnera uno de artículos de la propia federación: los sociales son oficiales. A la inversa, si un clasificatorio no te da la posibilidad de votar, tampoco lo podría hacer un provincial, un autonómico o un nacional.
La Junta electoral está presidida por Santiago Domínguez que, curiosamente, forma parte de la candidatura de Orol.
El último día válido para realizar alegaciones, la Federación cuelga en su web el censo rectificado pero el secretario de la Junta Electoral no sabe nada de esta ni de otras operaciones…
Y mientras todo avanza, los directivos -en funciones- de la Federación toman parte y arte por la candidatura de Orol, algo que ellos mismos no niegan.
No es de recibo ni de caballeros, aunque hoy la dar la mano ya no vale para nada ¡qué tiempos vivimos!, pero de Florentino y Rodil esperamos cualquier cosa con tal de que Gayoso no llegue a la presidencia.
Prefieren la candidatura cocinada en sus propios fogones. ¿Hay alguna intencionalidad?
¿Por qué no dan carpetazo, como ya vienen avisando, y pasan del proceso electoral? Me da que sería como más natural, más puro. Pero bueno… las cosas están así.
Se sabe que un alto porcentaje de las sociedades gallegas no cumplen con el reglamento en los sociales pero esto no es óbice para que se las excluya de las elecciones. Y sin embargo nadie protesta. Esto es el más claro síntoma de la apatía que está instalada en la federación y la desidia de las sociedades que viven ajenas, la mayoría, del proceso electoral.
Hemos asistido en numerosas ocasiones a la afirmación de que la FGP representa al colectivo de pescadores. Falso. La Federación con menos de 3.000 licencias se representa a sí misma y a los competidores.
Con su, digamos, abstinencia en el proceso, los clubes demuestran que están muy alejados de la federación y esto es preocupante. Mientras lanzan un claro mensaje de no sentirse representados por la Federación, a los directivos de la misma se les llena la boca cada vez que dicen representar al colectivo.
Mal lo tiene el que llegue a la presidencia, Gayoso, Orol o Don Quijote. Hacer olvidar cuanto antes a los actuales directivos e implicar a todos los pescadores gallegos en la federación sería un objetivo, pero también será complicado porque muchos clubes (y visto lo visto, hasta hacen bien) van a lo suyo. Sus socios, y punto.
Y para empezar. Qué mejor que cambiar los estatutos para que el sistema electoral permita poder votar a todos los federados y no sólo a los privilegiados que acceden a campeonatos de mayor nivel pero quizá menores en importancia para el socio que tiene en el campeonato del club la mejor referencia de compromiso con su sociedad ¿Por qué no solicitar el descuento de cotos como la asturiana de pesca y tener 30.000 socios, federados, que compitan o no, sean de la federación?
Si sólo es deporte de competición lo que se representa, la subvención oficial de la Consellería de Medio Ambiente de 48.000 euros no tiene sentido. Que se la gasten en el Xallas. Sólo tendría sentido la de la Secretaría Xeral para o Deporte ¿no?
Por otra parte hemos asistido a una tendida de mano espectacular, un puente de Gayoso hacia Orol no cruzado. Hubiera sido una federación espectacular, porque sé que Capote y los suyos funcionan muy bien. Nada que objetar a sus campeonatos y competiciones, si acaso darles un diez. Hubiera sido lo mejorcito, de río y de mar. Pero, claro, buff, ¿cómo va a aceptar Orol?
Pues yo creí que sí… Ya ves, no acabo de querer ver cómo está de verdad la pesca gallega, mi querido amigo Guerra. Me pasa como a ti, pero creo que va siendo hora de que aceptemos lo que hay.
Pues nada, por aquí seguiremos contándolo.