Mientras la temporada salmonera sigue su curso, inapelablemente malo por los pocos peces que hay en Galicia, nosotros seguimos recorriendo la geografía pesquera con ilusión y ganas. Póquer de la cuadrilla en el Lérez, río histórico, precioso y muy limpio en Monteporreiro, al menos es la impresión que da el agua. No así las riberas, a las que se le debería pasar una motosierra de tamaño.
Vimos salmones, pero no quisieron nuestros señuelos o no se los pusimos en condiciones. Dos muy grandes y uno pinchado, pero peces. Eso sí, hablas con los ribereños y te dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor y que hace años, donde había dos ayer, se encontraban veinte. El tiempo es inexorable para el salmón y acabaremos pescándolo en Islandia si no revienta antes toda la isla o en alguna laguna de pago tipo Vilagudín. Es lo que nos queda.
El Lérez tiene dos imágenes, cambia a las once, se te esconde por la mañana pero cuando el sol se mete tras los árboles el río se muestra en todo su esplendor y sus "pepinos" también. Pasamos una grata mañana, incluso subidos a los árboles para ver mejor y el año que viene, con todo lo aprendido en éste, que no ha sido poco, volveremos a intentarlo. El Lérez se lo merece.