domingo, 16 de mayo de 2010

Quién nos lo iba a decir

Antes de arrancar para el Mandeo, nos fuimos a Pontemaceira, más por tomar el churrasco en Negreira que por otra cosa, pero también es macanudo que al día siguiente, cuando empieza el lío, tienes todo controlado en carretes, cañas y no hay fallos o líos que te ponen de mala leche a primera hora y parece que te dan la cantinela de "no, hoy no tengo el día".

Allá nos fuimos, la terna ártabro-asturiana de finales de mayo (a falta de otros elementos, nunca mejor dicho, que se incorporarán a la II Semana salmonera "me muera"). Entre el sombrero de Eloi, los pantalones de Santi y mi grácil figura es difícil que hasta pesquemos en un intensivo del Tambre... Quién nos lo iba a decir. Al día siguiente Eloi sacaba el primero del Mandeo, a mosca, y el viernes secábamos la sed con un ribeiro de categoría y sacábamos el hambre con el rey, mesa y mantel, como Dios manda.

Ya queda poco para arrancar hacia Amaído, unos días. Allá montamos una que ni el Tercio Norte de maniobras. Son cinco días seguidos de pesca con permisos en A Volta, Las Barcas, Salmeán (el menos bueno "dos") y Pedrido, este último sin muerte, donde esperamos hacerle fotos a un buen pepino y desearle buen viaje. Pero antes, El Camino, que arranca de lunes a viernes, tiempo de descanso y reflexión también para el blog.

Lo que sí viene es una semana bonita en lo atmosférico, porque parece que el agua de los últimos días es historia, así que los que tengáis permisos en cotos de todo tipo o vayáis a algún tramo libre, que los hay, y muchos, podéis pasarlo bien, cosa que todos os deseamos en este transcurrir de la temporada.

Con la de kilómetros que se vienen encima más que nunca se puede decir lo de que "pescar no es el fin, sino el camino"