viernes, 5 de noviembre de 2010

Carlos Muñoz. Luz y taquígrafos.

El próximo día nueve de los corrientes se celebra el Comité Provincial de Pesca en A Coruña. Es un órgano consultivo, ya que las decisiones se toman en el Comité Gallego. Pero este año adquiere una nueva dimensión por cuanto, de antemano, ya sabemos que va a haber jaleo entre posiciones muy polarizadas. Posiblemente estemos ante el más caliente de los últimos celebrados. Como es “consultivo”, desde Trueiro hemos pedido acreditación formal para que un periodista pueda escuchar lo que en él se dice. Es novedoso, cierto, porque creo que nunca antes había ocurrido por estos lares, pero entendí muy interesante poder tener a un redactor, con una libreta bien grande y muchos bolígrafos, tomando nota de todo.
Lo que allí se diga será público después, ya que hay personas de las que debatirán que, con posterioridad, dirán a Trueiro todo lo que ha acontecido, pero no es lo mismo ejercer de informador de primera mano que esperar a que te lo cuenten y, repito, hablamos de un órgano consultivo.
El director provincial, Carlos Muñoz, niega la mayor porque esto, simplemente, nunca ocurrió. ¿Cuándo un periodista ha solicitado estar presente en este tipo de actos? Quizá antes no importaban y, también, sólo se preocupa Alberto, ¿qué más da?
Las imágenes de televisión de muchos comités consultivos nacionales salen a la luz porque, aunque por esta esquina pueda ser una novedad no es, para nada, nuevo ni ilógico. Muñoz no niega la entrada a un periodista, cercena el derecho a la información que tienen, por ejemplo, los lectores de este blog o de Trueiro.
Lo recuerdo hace 20 años, en sus visitas a Radio Coruña, que era mi casa y, de una u otra forma siempre lo ha sido. A Muñoz siempre le fue bien con la prensa, pero lo de hace 20 años eran microespacios en los que el político se sentaba a decir lo que le pareciera; esto es otra cosa bien distinta.
Los pescadores quieren saber de primera mano quien les representa y cómo lo hace, no lo que diga, a posteriori y en dos minutos, el director de turno. Los pescadores saben que en estos comités aparecen los ‘quedabien’ y los que les ponen directamente los cuernos con muchas propuestas, y preguntan ¿qué pasa en una reunión de este tipo?
Sabía que diría que no, y está en su derecho, pero yo me asisto al mío de contarlo. Esperaba otra cosa, quizá por el paso de los años y la próxima jubilación, y también entiendo que por tal circunstancia, cuantos menos líos, mejor.
Pero mientras en el Lérez sueltan alevines como si no costaran ni céntimo en el Mandeo no sueltan ni los buenos días, el Eume no levanta cabeza, el Tambre está desolado en todos los aspectos, tres años de Xallas y seguimos sin un juicio, el Lengüelle soporta los vertidos más duros de la provincia, sin meterme en otros aspectos del medio natural como Sogama, Meirama, Endesa, los parques naturales… Hay mucho que hacer en esta provincia tan rica y a la vez tan dejada de la mano de Dios y de muchos políticos. Viene mejor tener callados a los periodistas, “de mano”, que se dice, pero esta especie de simbiosis cada vez abunda menos, sobre todo, gracias a la existencia de un colectivo profesional y capacitado que es, y no lo dudo, el nuestro. Como ejemplo la Asociación de la Prensa de A Coruña. Al ponerme en contacto con otros periodistas y explicarles la situación tienen las mismas “vibraciones” que yo. Lo de novedad (que sí lo es aquí) no es tanto en Madrid, por ejemplo, y lo de no meterse en jaleos a estas alturas de la fiesta también es compartido por mis compañeros.
Es lo que tenemos. Por encima de las siglas están los políticos. Yo no acabo de encontrar a muchos de los que pueda decir “qué gran espíritu de servir al pueblo, qué talante, qué claridad”. Y esto ocurre en pesca, en deporte. No quiero imaginarme más.
Sr. Muñoz. Luz y taquígrafos.