Hay que poner semáforos en el Ulla para cuando pase la riada. Es impresionante cómo cambia el caudal en horas. Pero por allí estuvimos, caña en mano, y sacadera, una que me regaló mi querido Piñeiro y que va como un Ferrari. Ahí estamos, en Couso, sacando un reo con maestría en la caña de Zulueta y un servidor al alimón. El Ulla impresiona, es precioso. Aún con todo lo que le han dado y le siguen dando. Aún viviendo al ritmo del dinero de las hidroeléctricas, el calabobos de la industria. Mucho se va, casi nada se queda en casa.Pero el Ulla te gana igual aunque vaya hecho un grifo ¿o te ganan Piñeiro, Zulueta, Moralejo, Saavedra, Mago, Alex, Toño, Juani? Es decir, tu cuadrilla de pesca... Las dos cosas. Pescaremos en los ríos y si hace falta en los prados. De aquí no nos mueve nadie.