domingo, 6 de febrero de 2011

¡Se han cargado el risco!

Sale la normativa y ya está montado el lío.
Se veía venir, porque la opinión del Comité Galego de Pesca está condicionada por la de una minoría de sus miembros, alguno de los cuales, presuntamente, no podría estar en el comité por carecer de representatividad legal.
Si cualquiera puede acceder a este órgano -que debe mirar por la pesca y los pescadores- y proponer insensateces, no podemos ahora asombrarnos de alguna de las nuevas prohibiciones que jalonan la normativa para este año.
Pero una vez que se consuma el desacierto de la convocatoria del Comité Galego de Pesca -con la FGP en funciones y con injerencias externas- no tiene explicación que sea esa misma parte quienes propongan medidas que afectan a la inmensa mayoría de los pescadores y con las que sólo está de acuerdo una pequeña parte de ellos. Las armerías y las tiendas de pesca ya claman por una restricción que los va a hundir aún más.
El caso es que la propuesta sale adelante y el risco pasa a ser pieza de museo y no arte o señuelo de pesca ya que la normativa para este año prohíbe la utilización de triples en las aguas salmoneras (cotos y demás masas catalogadas como tales).
Para los furtivos, para los que contaminan y para los que machacan los ríos con presas, la normativa sigue siendo la misma y demorar más la introducción de modificaciones en la Lei de Pesca les garantiza total impunidad. De nuevo llueve sobre el pescador deportivo, sobre la caña.
La normativa oficial para este año indica: “Prescricións especiais para engados artificiais nas masas de auga salmoneiras do anexo II, incluídos os coutos de salmón: do 1 de xuño ata a fin da tempada os engados artificiais só poderan ter un anzol simple”.
Debemos entender que esta medida intenta proteger al salmón y sabemos que los salmones entran a cucharillas y a peces artificiales, pero incluir el risco en las restricciones de los anzuelos no es una medida sensata y avalada por la experiencia.
Otra novedad: “As capturas accidentais de salmón fóra da tempada hábil e máis as capturas en tramos de pesca sen morte non poderán quitarse fóra da auga, sendo obrigatorio, de ser preciso, cortar a sedela para liberar o peixe”
Se entiende la norma si la intención es evitar el manejo de los salmones capturados accidentalmente y su permanencia fuera del agua por tiempo excesivo, pero ¿qué hacemos si el lugar donde capturamos el salmón no nos permite acercarnos a la orilla? ¿Lo zarandeamos metros y metros hasta que podamos acercarnos para desanzuelarlo en el agua o le dejamos un rapala o una cucharilla en el cielo de la boca y varios metros de sedal colgando? Es un disparate absoluto que se niegue o prohíba ¡tanto da! la posibilidad de llevar el salmón a la orilla para desanzuelarlo y devolverlo a la libertad. Es una opción que procede de quienes están en la presunción de que el prójimo está o quiere estar a su provecho, fuera de la ley y en conducta antinatural, agresiva con fauna y medio ambiente.
Más novedades: “Co obxecto de facilitar a preparación dos pescadores galegos seleccionados para participar en competicións nacionais e internacionais, a Federación Galega de Pesca, co visto e prace da Secretaría Xeral para o Deporte poderalle propoñer á Dirección Xeral de Conservación da Natureza a creación dun escenario deportivo en augas continentais da nosa comunidade autónoma, fóra do período hábil de pesca”
Los que defendemos la competición y en especial a los competidores, venimos reclamando un marco especial para ellos. En los últimos años se propuso reiteradamente -en el comité coruñés y en el gallego- la creación de un Escenario Deportivo Social. Lo que Romarís, Rodil y Florentino no consiguieron en todo su mandato, se consigue ahora que ya no están. Y hasta habrá quién intente adjudicar el logro a Gerardo Orol que no tiene nada que ver con el tema.
Volviendo al asunto de la restricción en los señuelos para la pesca del reo, debemos reparar en que la normativa -que anula expectativas que el pescador tenía por la ley y la práctica de años y años- se publicó a posteriori de que hayamos pedido y pagado los permisos para esta temporada. No es buena política ni buena práctica legal esta de la restricción de señuelos, cuya necesidad y eficacia en la protección del salmón es más que dudosa, salvo para mentalidades de prohibicionismo enfermizo.
¿Qué posibilidades te ofrece pescar en Venezuela o en el Prado de Louzao, en el Ulla, con un risco de un solo anzuelo? Creemos que pocos pescadores de reo quieren Ximonde para pescar con estas condiciones que se desconocían cuando se expidieron los permisos y ahora no tienen posibilidad de solicitar la devolución de los 6 € que cotizaron por cada uno de ellos.
En algunos cotos, el reo tiene una importancia menor pero en los cotos del Ulla (Couso, Sinde y Ximonde), del Mandeo (Betanzos), del Masma (Lote 3 de Celeiro) y Lérez (Monteporreiro), el risco tiene una implantación de años y años. Es una técnica tradicional radicalmente autóctona y habría que pensarse muy bien los criterios para cargársela de repente; y con unos criterios más que discutibles, sin aval suficiente de la experiencia: ¿Cuántos pescadores pueden presumir de haber clavado un salmón con risco?
Normativa sí, poniendo el hombro sí, colaborando en la medidas sí, pero a este ritmo de prohibicionismo patológico el pescador acabará “colgando la caña” mientras los grampines de los furtivos tienen todos sus anzuelos, las hidroeléctricas no tienen limitación de tamaño en la turbina, los que contaminan pueden seguir matando indiscriminadamente...
El pescador es el problema y nos capan nuestro señuelo más atávico, el risco. Es una simple elección, y libre. A nosotros nos gusta el risco y pescamos diez puñeteros minutos al día con el. Pues hasta eso nos quitan. Pero además, debemos respetar y comprender el descontento de una gran parte del colectivo de pescadores que no está de acuerdo con la restricción de los anzuelos en cucharillas y peces artificiales en tramos salmoneros, indignación que ya se apreciaba a las pocas horas de haber sido publicada la normativa.
Si nos demuestran científicamente que el risco tiene efectos perjudiciales para las poblaciones de salmón, seremos los primeros en apoyar la restricción pero creemos que limitar el risco a un anzuelo para proteger a los salmones denota que los que han aplicado la norma no tienen ni la más mínima idea de pesca y que viven alejados de la realidad de la misma. No se entiende que anden con esas minucias cuando hay docenas de planes de cuenca mal redactados y planes de gestión de cotos auténticamente impresentables.
Las reformas en la normativa deben estar avaladas por razonamientos serios y justificaciones rigurosas con el profundo aval de la explicación científica. El salmón no entra al risco como hace a peces artificiales y cucharillas. Esto se afirma desde la experiencia ya que, además, no hay trabajos ni estudios al respecto y no tenemos constancia de que se haya realizado alguno en Galicia. ¿Qué estadísticas se manejaron de capturas de salmón con risco? Para regular algo tiene que ir avalado de pruebas y en este caso no hay más que el capricho de algún iluminado.
Vaya, pues, nuestro agradecimiento a los ponentes de la insólita propuesta (por su ignorancia) al Comité Galego de Pesca (por su inutilidad) y a la Administración (por su anuencia). Podéis estar orgullosos, os habéis cargado el risco.