Tenía que ser de Catoira, del Ulla, tenía que ser Piñeiro el pregonero de Leiro, la parroquia rodeada de Rianxo por todos los lados menos por el mar de Arousa, por el río en el que Miguel pescaba sollas y anguilas de cativo.
El viernes, 12 de octubre, al filo de las doce de la noche en el Campo de Leiro, Miguel abrirá las Festas do Carme de Leiro. Antes, y como de costumbre, tendremos churrascada, amenizada con Os Perucos de Leiro, que se juntan después de treinta años, de nuevo, para la ocasión.
Leiro es parroquia de músicos ¿sabíais?
Después le tocará a este ullán grande y recio, periodista, escritor, editor, dejarnos a todos bendecidos para empezar con la cubatada padre en los toldos y, antes, tendremos nuestro Concurso de Cabazos, que en Leiro se dan, como todo, de maravilla.
Os invito a venir a Leiro, a todos, que cabemos.
Me han ofrecido el alto honor de ser uno más, algo que he aceptado desde hace tiempo y llevo con orgullo, y me dan la potestad para que el viernes, a eso de las nueve de la noche, después de trabajar, os cite a todos allí, donde os recibiré con una sonrisa que sólo me sale cuando cruzo A Porteliña camino de Abuín.
Os recomiendo venir con día. Ver Rial desde Palleiro, todo el mar de Arousa, es ver el mundo entero.