lunes, 15 de abril de 2013

Rois. Personal e intransferible

Hace algunos años conocí Rois. Gracias a uno de 'los de la mano', Manuel Amor, conocí el valle del Liñares y comencé a pescar el Rois. Tiempo después pasé unas vacaciones de verano enteritas en Socastro. Precioso. Desde allí me iba a Rianxo, Padrón, Noia... Y allí pescaba, casi todas las mañanas, aprendiendo cada día más del precioso y coqueto río que discurría a los pies de mi casa.
Conocí a sus gentes entonces, y sigo en ello, y Rois pasó a ser un punto vital, personal e intransferible, donde regreso siempre que puedo.
Ayer lanzamos las moscas, Albertiño y yo, en Seira, con el amparo de Miguel Piñeiro, como siempre, y estuvimos en el Décimo Aniversario de Londra, la sociedad del Rois.
Estas líneas son de agradecimiento, profundo y sincero, para Antonio Gestoso y todos sus compañeros y compañeras de Londra. No sólo por el reconocimiento personal, sino por el gran cariño mostrado con Alberto, un pescador de ocho años que, cuando montó en el coche para 'subir' a Coruña, a toda prisa, porque había que estar en casa temprano, preguntó ¿cuándo volvemos?
Él no sabía que, cuando tenía sólo unos meses, pasó un verano, enterito, en Rois. Por eso no es ajeno a un río que es también nuestro río.
Estos diez años de Londra han mejorado el río. No cabe duda. Han dinamizado el Rois y lo han puesto en valor. "No hay cotos", decía un pescador. Normal. Los buenos están 'rifados' y este cauce es de los poderosos.
El Rois le da algo de vida al pobre Sar aportando agua limpia y clara y luego se va por el Ulla hasta besar Sálvora.
En mi familia, más o menos, hacemos lo mismo. Somos ártabros de pura cepa, por todos los costados, pero nos llama ese trozo enorme del mundo que se prolonga desde A Mahía hasta O Ullán y O Mar de Arousa.
Hice un cálculo aproximado entre días de pesca, vacaciones, y por supuesto también trabajo, y son muchas las jornadas que pasamos en Rois, Padrón y Rianxo-Leiro. Es lógico.
Nos sentimos en casa.

Gracias Londra
Gracias Rois